viernes, 19 de junio de 2020

Teatro Estrella Solitaria. Efímero ejemplo de un proyecto individualista.


Teatro Estrella solitaria fue una idea sin sustento metodológico ni discurso definido que se inició el año 2006 en la comuna. Respondió a una intuición, a una necesidad de forjar algún espacio de creación teatral en mi comuna, intentando mantener los estándares de "calidad" de las obras en las que había participado en Santiago durante mi etapa formativa y los años trabajando tanto en el Gran Circo Teatro y como en otros colectivos, siendo cómplice de las búsquedas creativas de amigos y colegas.

Inconscientemente (Puedo decirlo ahora después de catorce años del nacimiento de ese concepto) el tener una instancia con ese nombre respondía a la distancia que planteaba directamente con los posibles integrantes y seguidores que trabajaban en esa época en Quillota; podrían participar de los proyectos, pero la estrella era yo.

Ciertamente, la mirada que tenía en esos años (Era joven, necesitaba dinero) es diametralmente opuesta a la que he desarrollado en la última década; forjado bajo la cruel competencia del medio santiaguino, vilipendiado incluso por compañeros de carrera y despreciado por gran parte de los profesores que me tocaron en la universidad (Digo "tocado" metafóricamente, por favor) establecía mi posición como teatrista en base a la confianza en mi talento, mi educación, mi experiencia y mi ego. Era que no, en Santiago me sabía uno del montón, que por tímido e inseguro perdió oportunidades y fracasó en muchas iniciativas; Quillota en cambio, era un campo poco explotado en donde el aporte podía ser en verdad significativo y donde tenía mucho que entregar.

Había una frase que repetí mucho en esos años. Entre actuar para quince personas en Santiago a actuar para quince personas en Quillota, el sentido es mayor haciéndolo en mi propio pueblo.

Entonces, Teatro Estrella Solitaria, si asco ni vergüenza, comenzó su aporte a la comunidad con obras ambiciosas en varios aspectos, tanto en operativa de producción como en búsquedas estéticas.


       "El Pequeño Dictador" función en el Colegio Parroquial San Nicolás de Hijuelas. 


Un unipersonal sobre "Edipo Rey" para presentarlo a los colegios de la comuna (Con varias funciones y buenos comentarios de los asistentes) más "El Pequeño Dictador", Fondart ganado gracias a la ayuda de la directora de teatro Mariana Muñoz ("La Vendedora de Fósforos", "Isabel desterrada en Isabel, "Amores de Cantina", "la Pichintún") amiga de la universidad con la que entramos a trabajar al Gran Circo Teatro el año 1999 y con la que compartimos muchos proyectos durante muchos años. Funciones en Quillota, La Calera, San Pedro, Hijuelas, Valparaíso, llegando incluso a participar del Festival de Teatro ENTEPOLA el año 2011. La compañía de una estrella solitaria que invitaba a artistas locales y del medio profesional para hacer teatro en Quillota avanzaba con paso decidido.

Entre esos procesos, vio la luz la obra "El Profesor Distraído", sátira cercana al stand up comedy sobre un profesor que se dispone a matar a tres personas en el colegio donde trabaja. Llevando el nombre de Quillota en la mochila, se presentó no solo en la comuna sino también en ciclos en Valparaíso, llegando al Festival Internacional de Teatro Zicosur en Antofagasta.

                 "El Profesor Distraído" 
        Ciclo Uni-Verso-Mar de Teatro UV

 

La idea inicial seguía su lógica y coherencia. Convocar a colegas del medio profesional para sumarlos con intérpretes y creadores de la comuna para hacer teatro. Después de esos tres montajes, el año 2012, fue el momento de estrenar la comedia "Padres en la Plaza". Una obra centrada en los conflictos masculinos referidos a la crianza, el mundo femenino y el cumplimiento del rol social al que se ven enfrentados. Fue esta obra el pináculo de la producción de la Estrella Solitaria, participando en breves temporadas en Valparaíso, recorriendo poblaciones en Quillota, yendo al Festival de Teatro Internacional de Achupallas en Viña del Mar, y viajando al estado de Minas Gerais para participar el año 2014 del Festival de Teatro FESSTO de la localidad de Teófilo Otonni en Brasil (¿Tudo beim, André Luis?)                        



El canto del cisne de Teatro Estrella Solitaria fue una versión del texto de Sergio Vodanovic "El Delantal Blanco", único montaje basado en un texto no original; todas las obras anteriores eran dramaturgia propia en diferentes estilos y experimentaciones. Y finalmente, una obra escolar sobre alimentación saludable (Sí, la vida está llena de contradicciones) llamada "La Corrida Escolar".


                      "Padres en la Plaza" sesión fotográfica en Sala Síntoma de Valparaíso.

¿Por qué murió Teatro Estrella Solitaria?

Las condiciones cambiaron abrúptamente al recibir el llamado, desafiante y sorpresivo, de hacerme cargo de la futura programación del Centro Cultural Leopoldo Silva Reynoard. Una responsabilidad que no se podía tomar a la ligera, en donde el tiempo a invertir debía ser completo para estar a la altura de las circunstancias. 

Era una situación inesperada, jamás ambicionada y ni siquiera soñada en los deseos más ocultos. Como discípulo de Andrés Pérez en sus últimos años de vida, con la experiencia de ser expulsados de los terrenos del actual Centro Cultural Matucana 100 (Vez que voy siento el olor a caca de paloma en la nariz, aunque ya no hay) y posteriormente durmiendo en una mediagua dentro de la carpa del Gran Circo Teatro en la calle Vicuña Mackenna en Santiago bajo la dirección de Rosa Ramírez, en una situación precaria de gestión independiente y con la institucionalidad de las artes absolutamente lejana al grupo, la municipalidad de Quillota me daba una posibilidad de hacer precisamente lo que el maestro más importante del teatro chileno (Vengan de a uno) jamás tuvo la oportunidad de hacer.

No era para dejarlo al azar.

Es entonces que Teatro Estrella Solitaria cierra su transmisiones, tranca la puerta, bota el candado, apaga la luz. Y aunque el camino dejó obras de las que algunas personas se acuerdan, en verdad el aporte que realizó a los públicos de la comuna fueron casi imperceptible. En ese sentido, el trabajo de gestión de los Encuentros de Teatro Escolar y los Ciclos de Teatro en Pequeño Formato en la desaparecida Casa de la Cultura han tenido mayor injerencia en la creación de públicos que las obras montadas. Fue, entonces, que el nombre de la "compañía de un solo integrante" (Así me bromeaban fuera de la comuna) tuvo absoluto sentido, con una visión obsoleta de lo que se necesita para hacer teatro en la provincia.

De que se brilló, se brilló.

Pero en Quillota no se necesitan estrellas Se necesitan colectivos.


"El Delantal Blanco" Jenniffer González e Inger Turra

Tema aparte es que en esos colectivos se cuente con artistas que además de sensibles y preparados técnicamente, sean capaces de elaborar discursos sólidos, propuestas coherentes, que conozcan de la historia y el patrimonio de su comuna. Que no les gane la impaciencia, que se sobrepongan a la frustración, que no compitan con el otro. Que sean cultos sobre su oficio y sobre su territorio. Y sobretodo, que realicen obras que consideren al público dentro de su resultado. Es necesario que os teatristas siempre consideren que el resultado es tan importante como el proceso, que siempre está el riesgo de que alguien asista a una función por primera vez en su vida y esa experiencia, ese momento único, nos va a hacer ganar un alma a la que poder inspirar o un desprecio que se va a alejar. Lo primero es lo que hay que conseguir.


Como decía el mismo Andrés, que sean cómplices en la belleza. 

 

1 comentario:

  1. Sabes Ivo, vi la obra "El pequeño dictador" y puedo decir que me gustó, las otras distintas razones me impidieron asistir, pero en el transcurso del tiempo desde el inicio de "Estrella solitaria", he visto tu profesionalismo y perseverancia como actor y gestor y quiero felicitarte. Que haya sido un teatro unipersonal o no, no tiene importancia, lo importante es la calidad del resultado en una "escenario" limitado y limitante que se ve por todas partes tanto a nivel local como nacional. Se aprecia más el valor del emprendimiento cuando uno empieza a conocer el mundo llamado "de la cultura", con sus vericuetos, veleidades, intereses, correlaciones y amiguismos, con un montón de etcéteras que dificultan mucho un proceso para llegar a buen final, con hastío de por medio. En el escenario que menciono, un impulso propio se puede resumir en la frase: "a veces menos resulta que es más", por lo que sólo resta felicitar a un coterráneo creador, como yo. Aprovecho la ocasión para sugerirte la exhibición de las obras de tu teatro en el Centro Cultural en un futuro, tal vez tú ya no seas tú y un otro sea tú, o él, el personaje o la estrella. Nada mejor para ver que una creación de calidad de alguien de la ciudad, nos hace sentir vivos. La cultura es nuestra, mis saludos.

    Julio C. Jeraldino

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