martes, 25 de agosto de 2020

La Furia de los Santos y su METAMORFÓSIS

 En la región es posible encontrar agrupaciones con todo tipo de formatos organizativos, desde compañías que mantienen una formación central a lo largo de los años hasta colectivos que sustentan su continuidad en el nombre del director o directora fundador. Ejemplos hay muchos, siendo La Furia de los Santos un espacio creativo que se enmarca en la segunda opción.

Marco Zambrano es un actor radicado en Valparaíso nacido en  Paillaco, al sur del país; con el paso de los años ha establecido un centro de operaciones bajo ese nombre de fantasía que mucho tiene de mensaje evidente respecto a un trabajo rabioso en lo creativo y que de alguna forma puede leerse como el intento de acercarse a una divinidad que entrega el arte. La belleza.

Dentro de los diferentes proyectos que esta agrupación ficticia de creador - convocador ha realizado en la última década, pasando desde versiones teatrales de textos de Radrigán hasta trabajos de identificación cultural con artistas inmigrantes, el trabajo llamado "Metamorfosis" aparece como una alternativa de formato multidisciplinario y con gran vigencia en la actual condición de sometimiento social a la pandemia del Coronavirus.

Hablar de mutidisciplinario puede ser una trampa conceptual, ya que dentro de las diferentes posibilidades que el arte entrega en lenguajes, oficios y propuestas, el teatro es una manifestación que usa técnicas, formación y conceptos que se sustentan en el desarrollo de otras artes. Siendo entonces un arte que se nutre de otras, per sé el teatro es ya interdisciplinar si se acota el concepto a esas circunstancias. Pero lo que abre la puerta al uso de ese concepto es cuando la ejecución e identificación de lenguajes similares complementan un todo que permite su apreciación desde patrones aislables, pasando la experiencia del espectador por diferentes focos de atención.

Aladro - Vico y Berta Delgado en su publicación digital "Arte Interdisciplinar, Interdiciplinareidad en el Arte, un punto de vista" reflexionan sobre la presencia de esa definición tanto en los procesos creativos como los resultados de muestra. Revisando la historia del arte no solo es posible encontrar ejemplos en registros de performances y obras escénicas, también se pueden encontrar nociones de eso en los registros de artistas callejeros, juglares del medioevo y las primeras manifestaciones del teatro griego. Aunque sea posible caer en la confusión de lo que es lo multidisciplinar o lo interdisciplinar.

El paso entre la mezcla de lenguajes e interpretaciones que aporten nuevos símbolos y espacios reflexivos para el espectador es lo que diferencia una definición de otra, y su valorización está supeditada a la experiencia subjetiva de quien la ve.


                                          Otra foto robada a la Juguera Magazine

"Metamorfosis" es un trabajo audiovisual que se afirma, en primer lugar, en una calidad técnica de registro y edición de alta factura. Ya el ojo testigo que ha experimentado en los últimos meses la diferencia entre la captación de imágenes con artefactos profesionales en tensión con los que se realizan de forma precaria con los teléfonos accesibles de turno, puede percibir, apreciar y descansar en una imagen nítida y una composición visual que mezcla intensidad de color, temperatura y emoción. La complementación entre la capacidad expresiva de los intérpretes de este trabajo (Pipo Allende y Marco Zambrano) y el soporte de la plataforma audiovisual comandada por Kevin Morizur resulta cautivante desde los primeros segundos de muestra.

Lo performático y único del ejercicio expresivo se evidencia en la complejidad de las secuencias grabadas, donde los cuerpos se someten a una interacción cruda con elementos puestos de forma arbitraria en una narrativa hermética. Es el cuerpo y su cualidad humana la que se metamorfosea con los fluidos, los colores y las sensaciones que entrega la continuidad secuencial situada en un espacio particular de Valparaíso, la maestranza de Barón. La perspectiva de las tomas y la interrelación espacio - corporalidad que ejecutan los actores - balarines - performances reinventan un mundo desde lo real a lo particular, en una atmósfera que empuja desde lo sonoro hacia un encierro emotivo que divaga desde la angustia a la catarsis final.

En "Metamorfosis" lo interdisciplinar se descubre en el gesto entrelazado desde la cualidad corporal a la ejecución de una acción única e irrepetible, que se potencia en un montaje que afirma la percepción estética y doblega el pensamiento lógico para intentar conseguir llegar a una de las capas inconscientes del espectador. Podría ser un trabajo solo denominado como audiovisual, pero traspasa ese límite formal al ser testigos de que lo hecho y vivido durante su realización no solo es único por pasar por la grabación de una toma, sino también por la crudeza de una experiencia límite de sentidos y emociones de quienes se exhiben en la pantalla.

Este proyecto contó con el apoyo económico de los Fondos de Emergencia de SEREMI Cultura Región de Valparaíso "Elige Cultura en Casa" y está disponible en la plataforma Youtube. Una posibilidad de descarga emotiva, sensorial y consciente de las circunstancias negativas a las que hemos sido empujados durante el año 2020.



Metamorfosis

Cooperatia La Furia de los Santos. Idea original de Marco Zambrano. Performances Pipo Allende y -Marco Zambrano. Registro y Montaje de Kevin Morizur. Música de Tom Ho y Marcos Zambrano



viernes, 14 de agosto de 2020

IRSE (Esto no es Teatro) Segunda obra de la Trilogía de Teatro La Peste

 

Teatro La Peste lleva más de veinte años de trabajo creativo afincado en la capital de la Región de Valparaíso. Derivado en un Centro de Investigación que ha experimentado en diferentes formatos escénicos, la agrupación porteña se ha convertido en un referente nacional en los últimos años, tanto por su constante búsqueda de fórmulas y reflexiones respecto al arte escénico y la contingencia país, como también por la tozudez de mantener una propuesta regional que asuma los riesgos desde la producción profesional y los conflictos estéticos que eso conlleva. De forma vehemente y furiosa (Que linda palabra) los proyectos de La Peste han transitado sin miedo en obras de formatos colosales a nivel espacial ("Mediagua" "Todo es Cancha" "El Pueblo del Mal Amor") a propuestas más íntimas ("El Malentendido" "Ser Madre" "I Love Valpo") con una mixtura de dramaturgias en diferentes estilos, citas y nombres destacados nacional e internacionalmente.

Imposible no mencionar que además de ser un espacio de creación, lo ha sido también de gestión independiente al mantener por más de diez años los ETPI (Encuentro de Teatro Porteño Independiente) gestión que llegó a ampliar su impacto al resto de la región, en uno de los tantos intentos de descentralización cultural en regiones.

"IRSE (Esto no es teatro)", segunda parte del proyecto "Trilogía de Huída", toma uno de los textos más importantes del dramaturgo estadounidense Tenesse Williams ("Háblame como la lluvia y déjame escuchar") el que en su versión original muestra a una pareja conflictuada en una situación reiterativa de incomunicación y violencia, donde la poesía y la crudeza de sus relatos sirven de espejo a una sociedad enferma y creadora de seres parias que viven en el margen del cotidiano establecido. El ejercicio propuesto por La Peste recoge partes del texto para presentar una situación similar pero extrapolada a un imaginario colectivo sensible y contingente como el encierro y confinamiento en el que estamos sometidos. Experimentando una suerte de collage trazado entre lo dramatúrgico y el guión de un mundo que se traspasa por el formato audiovisual, el montaje escénico en directo transforma lo que es una vinculación virtual y distante en un momento de inquietud emocional, con aciertos en lo actoral, en el ritmo y la continuidad de un viaje de principio a fin

      Kathy López y Danilo Llanos. Foto robada a La Juguera Magazine (Perdón)

Los códigos visuales, los elementos utilizados, los momentos de pausa, la transformación de Katty López en diferentes contextos de un personaje que más que un rol realista, es un pivote de los mundos de furstración y ensueño en los que se deambula en el espacio cerrado, condensan la atención y acompañamiento de quien participa de la experiencia, acomodado por lo quiebres y referencias textuales a un universo monotemático y recurrente para creadores y espectadores.

El viaje dentro de la caja de pandora en la que se convierte la casa de los actores devela tanto lo artificial como lo artesanal, rompiendo la anécdota para evidenciar la precarización de la muestra en sí misma, mezclando lo real tangible, sólido, con lo que podría llegar a ser un mundo ficticio acotado en el viaje del rol de López. Eso aporta al descubrimiento de recovecos, rincones, potenciales espacios que amplían el imaginario y que encierran la sensación corporal. Una búsqueda expresiva que continúa con lo iniciado en "HACHA (Esto no es Teatro)" primera parte de esta trilogía, enlazándose también con el lenguaje que aporta "Cordón Sanitario" de Teatro Conciencia (También de Valparaíso) y ahora último con "Preguntas Frecuentes", obra que cuenta con la dirección de Mariana Muñoz, producción GAM.

¿Cómo la cámara se convierte en un lenguaje en sí mismo, desde lo dramático, lo expresivo, lo funcional al relato? ¿Cómo este formato en experimentación y muestra puede ser un agente que aporte al imaginario y la reflexión de quien participa como espectador, para no caer en la función acostumbrada en el mundo audiovisual donde es un ojo que cierra la interpretación para entregar un producto completo y cerrado en sí mismo?

Es el camino de Teatro La Peste, junto a los otros ejemplos comentados en este espacio, una guía para llegar a eso que termina siendo un soporte, un estilo, una forma de comunicar desde lo virtual que mantenga la conjetura intrínseca que tiene el teatro en su formato presencial. Provocar la imaginación de quien lo ve, evocar la emoción, plantear preguntas, armar espacios reflexivos.

En contraste con la secuencia del viaje y el descubrimiento de una linea argumental que explique la situación general presentada, los momentos musicales con clásicos de décadas pasadas (Tears for Fears, entre ellas) son un paréntesis que al parecer intenta convocar una cita generacional, que se pierde en el puzzle total prupuesto.

El tránsito dramatúrgico, que a momentos se vuelve hermético y de difícil seguimiento, se desarrolla con una sutileza que demuestra oficio y claridad conceptual; lo que comienza como una divagación se transforma en un mundo coherente y definido, para terminar (No hay spoiler, don´t worry) en un cuadro macabro de la soledad y la agonía de una sociedad que pareciera estar desapareciendo. La conversión de un texto naturalista escrito en 1953 posibilita contar con una estructura dramática que sirve de columna vertebral a este viaje entre surrealista y brechtiano que propone la compañía.

El límite a este lenguaje artístico que crece como la espuma, no es el borde de la cámara de transmisión.

IRSE (Esto no es Teatro) del Centro de investigación Teatro La Peste se presenta desde el 14 al 23 de agosto a las 20.00 Hrs por plataforma Zoom. Es un proyecto que cuenta con el Fondo Nacional de Desarrollo de la Cultura y las Artes Fondart 2020, la Corporación Cultural Chileno Alemana de Valparaíso y el Instiuto Goethe.

Dirección: Danillo Llanos. Actuación: Kathy López. Operación técnica y multimedia: Víctor Zúñiga. Asistencia de Sonido: Rodrigo Estay. Gráfica: Nicanor Frambuesa - Morín Guitart. Música Original: Nagasaki

Para contacto, escribir a reservasteatrolapeste@gmail.com








martes, 28 de julio de 2020

PaltaMan. El renacimiento del superhéroe quillotano.


El año 2006, al alero del trabajo del Taller de Teatro de la Casa de la Cultura de Quillota, nació un personaje que quedó incrustado en la memoria colectiva de una amplia generación de niñas y niños de la capital provincial y comunas vecinas.

Hansel Astorga (Nombre propuesto por Patricio Onetto, el actor original y co-creador del personaje) es un hombre con limitadas habilidades de adaptación social que sufre del desprecio de su familia y el rechazo de sus compañeros de curso. El destino hace que se tope con un palto radioactivo y para asumir poderes que bordean lo ridículo, llevando adelante una cruzada por traer la paz a Quillota City.

"PaltaMan" surge como un ícono para los integrantes del taller y, con el paso del tiempo, también para el público local que ríe y disfruta de las aventuras de un personaje que mediante el humor y el reciclado de escenas de acción de películas de tercera categoría, cita parte del imaginario de la comuna a través del nombramiento de calles, poblaciones y personajes locales.



El formato semi amateur de una obra creada por jóvenes aficionados de un taller de teatro regional solventa la carencia de manejo técnico y claridad conceptual de sus integrantes a través de la energía, entusiasmo e imaginación que los participantes del grupo suman durante su proceso de ensayos y, posteriormente, en las primeras pruebas de fuego con el público escolar. Porque "PaltaMan" no es solo un personaje absurdo con una historia ridícula con cierto tufilllo a sketch televisivo, en su dinámica vertiginosa y su evocación constante a una ciudad que no estaba acostumbrada a hablar de sí misma, rompe barreras con un público ingenuo respecto al fenómeno del teatro y establece un fenómeno que para quienes estaban arriba de su microbús de viaje, resultaba  una reacción inesperada e imposible de clarificar.

El doctor en filosofía y especialista en literatura latinoamericana Grínor Rojo, menciona que la identidad cultural cuenta con tres niveles: la singular referente a los individuos y su complementación interno / externo, la particular referente a las característica de lo colectivo en identidades culturales, y la universal en donde se conceptualiza el reconocimiento como ser humano en el universo. (Globalización e identidades nacionales y postnacionales… ¿de qué estamos hablando?, LOM, Santiago, 2006.)


Entonces, la respuesta que esta obra de tantos ripios interpretativos pero con tanto material evocativo consigue, se deduce de los campos que toca en los espectadores respecto a sus historias personales como también en el reconocimiento de hitos y códigos que los hacen pertenecer a su comunidad. El enlace personal, familiar, histórico de la cita de poblaciones y calles compartidas elevan una dialéctica cobijadora para el espectador, creando a la vez un contexto de muestra representativa de lo que podría ser algo cercano a una versión estética del "nosotros mismos", siendo el nosotros ese personaje simpático, bonachón y de valores moralizantes e ingenuos como "PaltaMan".


¿Cuántas veces el teatro hecho en Quillota ha podido conseguir ese efecto?

Existen ejemplos, como el montaje "Pa´que no me olvides" dirigido por Moisés Arancibia, que a través del rescate de historias locales y usando como referente la antigua estación de trenes de la comuna, entregó un trabajo que fue muy comentado y aplaudido por quienes tuvieron la oportunidad de verlo algunos años antes de la primera versión de "PaltaMan", un acierto de rescate patrimonial y enfoque creativo desde todo punto de vista. Necesariamente se plantea, entonces, un camino que los actuales creadores locales han tomado en algunas propuestas, pero que todavía no se plasma de forma sólida e identificable para los públicos, sobre lo que puede ser un teatro "identitario", "local" o "propio".

Como obra de teatro, "PaltaMan" se presentó en más de diez establecimientos educacionales de la comuna, interviniendo en la plaza de armas y realizando inolvidables jornadas dobles en el antiguo Teatro Municipal Diego Portales. Fue tal el suceso provocado en niños y  jóvenes, que tanto el protagonista como parte del elenco era saludado en la calle con pedida de autógrafos incluido. Además, contó con secuelas en montajes de similar estructura dramática con renovación de elencos, incluso con un nuevo actor (Nelson Moreno) tomando el personaje principal una vez que Onetto no pudo seguir encarnando al protagónico.

En las próximas semanas, de la mano del trabajo creativo de Rodrigo Parra Delmonte y el equipo de Mitómano Cómics y la Editorial Estratos, PaltaMan regresa a la vida pero en un formato nuevo e impensado para sus autores hace años atrás. Compartiendo páginas con personajes icónicos del cómic nacional, el superhéroe quillotano con la habilidad de rodar como una palta (?) es parte del proyecto 5a Legión (Buscar en Instagram y Facebook) donde unirá fuerzas con Zeta, Ca´eza ´e Vaca, Atómica y Capitán Chile. Desde las tablas del escenario a las páginas digitales de los dibujos y bocetos. 

Será una buena oportunidad para el reencuentro con el personaje y la prueba de llegar a un público nuevo, rememorando una valiosa época del teatro local y experimentando una etapa tan particular como sorpresiva de un personaje representativo de la comuna en una creación artística regional.

¿O ustedes conocen otro súper héroe en la provincia de Quillota?

Dibujo de @el_insta_de_carlos (Instagram)

@5ta.legion (Instagram)


lunes, 27 de julio de 2020

El nostálgico recuerdo del teatro hecho con sangre.


El ciclo "MEMORIAS DE UNA ESCENA" es una iniciativa impulsada por compañías profesionales de la región  (Valparaíso, sí, Ok.) que busca aportar económicamente al fondo solidario "Todas y Todos a Escena." organizado por la Mesa Centro Norte de la Red de Compañías Teatrales en colaboración con el Sindicato de Trabajadores de las Artes Escénicas, SIDARTE.

En las semanas del mes de julio, por turnos de días de fin de semana, dispusieron la liberación de registros de obras que contaron con funciones presenciales en los últimos meses. Como parte de este ciclo, el fin de semana del 23 y 24 de julio fue posible ver en la plataforma de Youtube la grabación de la obra "La Muerte de Edit Piaf" de la compañía Ignorante Teatro.

Montaje estrenado justo en los tumultosos y lejanos días de octubre del año pasado, en un formato de intervención callejera en la subida Cumming en las puertas de la librería "Concreto Azul" en el puerto principal.

"La Muerte de Edih Piaf" no es una obra convencional; se descubre como un camino onírico para recorrer identificando signos y texturas de un mundo subterráneo que palpita y respira en los rincones de Valparaíso, una cita a los personajes marginados y un encuentro con una imaginación que no conoce de límites legales ni de la complejidad de la burocracia de la realidad diurna. En los bares y escenarios desparramados entre cités y  conventillos de los caminos que se pierden entre el plan y los cerros, las canciones que coreaban los abuelos toman nuevas dimensiones interpretativas, convirtiéndose en eco del dolor de los personajes que las entonan.

El montaje dirigido por Camilo Romero se instala en una vereda, con focos transmutando las murallas y luces interviniendo las luminarias de la cuadra. Con recursos dramáticos y espectaculares provenientes del circo, la música y el teatro, da forma a un viaje donde Edith Piaf sirve como pivote de una historia que no es convencional en su estructura, esbozando un conflicto tan antiguo como el hambre entre las pasiones y amoríos perdidos para amantes desafortunados. Lo que podría ser una cita meta-teatral de la Piaf (interpretado colosalmente por Joaquín Olave) convierte la intercalación de escenas e intervenciones en un punto de referencia para intuir una historia que no tiene fin.




Las canciones no son un elemento de soporte para la historia, sino que son ellas mismas un pilar más del viaje dramático de quienes las interpretan.

La obra entrega una cita a personajes más que el desarrollo convencional de un cuento con fases por cumplir. En espacios marcados, definidos y a un ritmo casi hipnótico, los galanes engañados, los ilusos pendencieros que florecen desde el puerto a la ciudad, marcan su presencia enarbolando textos poéticos que se potencian en la precariedad de un espacio no convencional, con el sonido de los autos a los lejos, los perros ladrando al lado de los intérpretes, el frío que se dibuja en el aliento de los espectadores.

Es, sin lugar a dudas, un ejemplo concreto de hacer teatro desde la necesidad de comunicar.

Sujeta a la capacidad individual de su elenco, todos brillan en sus propios registros actorales o de destreza. Alexander Castillo desde su capacidad multifacética musical y de declamación, es otro punto alto que sobresale en un grupo artístico transversalmente poderoso en su energía, sensibilidad y proyección hacia los espectadores. Incluso para los que estén detrás de la pantalla

Existe una suerte de re versión del trabajo juglaresco de los artistas del medioevo, quienes se presentaban en las calles para contar historias y sobrevivir con las limosnas que les entregaban los pasantes. En este caso, con la tecnología al servicio para ofrecer un momento de detención a la acelerada vida urbana, la compañía Ignorante Teatro encarna desde la raíz la vehemencia y convicción de intervenir un espacio haciendo uso de la poesía como arma, con la música y el cuerpo como cómplices.

La experiencia contemplativa del registro digital se contamina con la evocación de aquella vida que nos ha sido quitada. La calle, el frío, la humedad del puerto, cruzado por luces de colores siendo testigos de una fábula sobre la soledad y la miseria. El fenómeno teatral puro y simple de dejarse llevar por una secuencia de momentos únicos en donde los intérpretes codifican y entregan las emociones e imágenes que plantea el montaje. Tanto como lo comentado por el director, mencionando que "La Muerte de Edih Piaf" es una adaptación de un trabajo en otro formato de mayor envergadura técnica, es conveniente decir que la obra consigue adaptar la fachada de la librería "Concreto Azul" y el cemento de la vereda en eso que Peter Brook llamó "espacio vacío", un lugar para la contemplación entre seres humanos, sus metáforas y su naturaleza.

"MEMORIAS DE UNA ESCENA" finaliza esta semana con la liberación del registro de la obra "Manú" de Compañía La Coraje, el 29 y 30 de julio a las 20:00 Hrs.


Ignorante Teatro.
"La Muerte de Edith Piaf"

Loreto Cartes, Alexander Castillo, Joaquín Olave, Joaquín Yáñez, Camilo Romero.
Intérprete y Compositor Musical: Derik Espinoza.
Diseñador y Técnico: Marco Trigo
Diseño de Vestuario:Alfredo Castañer.
Montaje y Registro Audiovisual: Miguel Espinoza.
Asistente de Diección: Alai Lasagabaster
Texto y Dirección: Camilo Romero.

sábado, 18 de julio de 2020

Propuestas minimalistas en tiempos de pandemia. Dos ejemplos de creación escénica llevada a la virtualidad.

La conectividad no garantiza democratización cultural ni descentralización de las artes. Desde el límite práctico de contar con aparatos apropiados y servicios mínimos no indispensables para poder ver un trabajo artístico en la comodidad subjetiva de la casa, hasta el valorizar una experiencia que pase por lo estético y permita realmente vivir un paréntesis de las reflexiones cotidianas y acciones inconscientes del día a día. Hay un abismo en esas verdades que se intentan instalar con lo que pasa en el mundo real, donde se convive con estilos de vida diferentes, núcleos familiares diferentes y entornos socioculturales diferentes.

El margen es borroso ya que existen muchos artistas creando en formatos nuevos por obligación desde la precariedad, impulso imaginario o experimentación estética. Para los espectadores que pueden ser receptores de esos trabajos, sean todos bienvenidos y por miles de bytes por segundo.

El punto es que no es suficiente abrir la pantalla, desbloquear el computador y ponerse los audífonos para disfrutar de un trabajo digital. Para que el trabajo que proviene de las artes escénicas tenga un rito especial en el espectador, debe contar con una disposición previa a la pausa y con productos (Horrible palabra para denominar la creación artística)  que colaboren a ese momento especial, diferente a la contemplación de películas de acción o de partidos de fútbol en directo.

En pugna está la competencia entre lo que usualmente ofrecen los medios de comunicación, versus los trabajos que se adaptan o surgen desde las disciplinas de las artes escénicas, tendiendo como campo de batalla un formato que los primeros han dominado por décadas.

Pepe Zapata, gestor cultural catalán experto en marketing y comunicación cultural, en un artículo llamado "Transformación de las Artes Escénicas en la Era Digital" (Disponible en PDF por Google, colegas.) plantea diferentes desafíos en la instalación del mundo de las artes en las plataformas que hoy en día son la alternativa de comunicación entre creador y espectador. Se extiende en ejemplos que cuestionan lo presencial con lo virtual, la continuidad de la experiencia escénica y el rol de co-creadores de los públicos modernos.En el mismo, cita al sociólogo polaco Zigmunt Bauman diciendo que la cultura "ya no tiene un populacho al que instruir, sino un cliente al cual seducir."

Algo ya se veía venir en el fenómeno de "customización" del que hablaba Fabiola Matte en los albores del Teatro Gabinete en la década pasada.

Entonces, la oferta se abre paso ante un demandante que tiene a mano no solo las alternativas de otros creadores escénicos, sino también de la industria comunicacional de Netflix, Amazon, Espn, Hbo.

¿Y cuándo el lenguaje escénico sigue siéndolo sin convertirse en una versión audiovisual de algo que intenta ser otra cosa? Ejemplos de intentos en el mundo cultural nacional hay muchos, desde la versión de "La Pérgola de las Flores" en los años setenta hasta la adaptación de "La Negra Ester" en los años noventa.

Por ahora, dejo nota de dos trabajos audiovisuales provenientes de disciplinas escénicas nacionales, que presentan formatos interesantes para un público que no necesariamente sea un habitué de la función presencial previo a la pandemia. Ejemplos de montajes que incentivan los sentidos, dando posibilidad de interpretación y desarrollo imaginativo para quienes los vean, no solo a nivel intelectual sino desde el espectro emocional; rasgo que debiese diferenciar el trabajo desde los escénico en antagonismo con los productos comerciales del mercado.



Gregorio Burgos. Audiocuentos y Cortos Animados

Gregorio Burgos es un escritor, cuentacuentista y actor profesional con una larga trayectoria en el trabajo con niños y jóvenes. Radicado en la Región de Valparaíso, en la comuna de Algarrobo, mantiene en su página web manucultura.cl ejemplos de su repertorio y los trabajos que ofrece en formatos adaptados por los tiempos de pandemia.


En las últimas semanas, ofrece un trabajo audiovisual del cuento de Hans Christian Andersen, "La Vendedora de Fósforos." El montaje considera la presentación de espacios y personajes con material reciclado, permitiendo apreciar una manofactura artesanal muy evocativa para el público, en especial para las niñas y niños, ya que su realización no se diferencia de lo que podrían hacer en su propia casa. Se percibe una intención en este formato que no entra en conflicto con la pulcritud y ejecución de la narración del cuento, siendo apoyado por un universo sonoro muy acogedor y atmosférico, además de una dirección de cámara notable. Es una creación lúdica que promueve a su vez la imaginación de quienes la ven, diferente al fenómeno mediático donde se entrega todo hecho a la codificación neuronal.

La nieve, los fósforos, la edición del trabajo en su conjunto son un descanso ante la avalancha de imágenes que da la virtualidad, entregando cobijo para los oídos y un espacio de encuentro real entre la propuesta creativa con los espectadores. El trabajo realizado entre Gregorio Burgos y Claudio Aguirre son una alterativa muy valiosa para compartir en estas semanas de aislamiento. Recomiendo visitar su página y conocer de sus propuestas, que se renuevan semana a semana.


TERKO Artes Escénicas

Navegando por las amistosas publicaciones en mundo Twitter, es posible encontrar la cuenta @TerkoTeatro. Compañía dedicada a la creación teatral para niñas, niños y jóvenes; ha realizado giras nacionales incluyendo comunas de la Región de Valparaíso, además de participar en festivales temáticos como la reconocida FAMFEST, temporadas en teatro de la Región Metropolitana y espectáculos callejeros familiares.



Para la contingencia por Covid-19 han gestionado un espacio llamado #Experimentoen40tena al cual es posible acceder por sus publicaciones en su canal de Youtube. Ejercicios de experimentación desde la casa, se instalan como un medio de vinculación con los espectadores, manteniendo activa la conexión creativa con su público. Es en este margen de continuidad donde su propuesta "Arrebol" nace como una mezcla de montaje audiovisual y danza, mostrando una historia sin texto en donde el diseño y la música son protagonistas intensos. La intervención en movimiento toma un sentido de amplitud de emociones,  transformando el cuadro de inicio e interactuando con los elementos en un lenguaje gestual que no resulta hermético ni ajeno. La ejecución desde la iluminación, la manipulación de objetos y la narrativa visual de "Arrebol" llenan hasta el tope los siete minutos de extensión, teniendo un particular efecto de enganche en el eterno zapping de contenidos entre las publicaciones de redes sociales. En los créditos, Gabriela Bravo como intérprete y Nélson Álvarez en la realización y manipulación escénica. Todo un aporte a las alternativas que surgen desde el teatro a los formatos digitales.


Propuestas artísticas de gran nivel técnico y narrativo, para tener una pausa familiar y un encuentro con las niñas y niños en la casa. Trabajos que ejemplifican el camino entre las disciplinas escénicas con el devenir conceptual en que el mundo de las artes ejecuta su desarrollo.












domingo, 12 de julio de 2020

Jorge Díaz invocado en La Serena



Uno de los principales centros de creación regional en artes escénicas que se pueden encontrar en este hermoso fundo con vista al mar que es Chile, es la agrupación Teatro Puerto de la Región de Coquimbo; compañía que inició su trabajo el año 2014, que cuenta con más de diez producciones teatrales y con presentaciones en encuentros y festivales a nivel nacional e internacional. También han sido parte de la Programación Escolar del Centro Cultural de Quillota al ser gestionados por la Extensión de la Universidad Mayor de Viña del Mar.

Como institución colaboradora del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, lleva adelante procesos formativos vinculados con una Escuela de Teatro, talleres de artes escénicas y programación de actividades que incluyen ciclos de teatro y gestión de públicos.

Es en esta línea de gestión que debido a la pandemia del Coronavirus, han levantado una Temporada de Escena en Línea, a la cual se puede acceder previo contacto al mail casona@teatropuerto.cl y una adhesión mínima para poder ver en vivo por la plataforma zoom, distintos trabajos experimentales en esto que es el "Teatro Virtual.

En la tercera semana de funciones se presentó una versión de "El Cepillo de Dientes", uno de los textos más conocidos del desaparecido, admirado y poco recordado autor nacional, don Jorge Díaz. El trabajo fue realizado por Harold Olivares en la dirección, con la actuación de Gabriela Arellano y Antonio Cañete; todos artistas de la zona, jóvenes, talentosos y con coraje.

El grupo se formó siendo continuidad de uno de los talleres de actuación de Teatro Puerto, de ahí su nombre y la vinculación con el director encargado quienes, después de haber concretado un montaje previo con el elenco (Junto a la participación de otros integrantes del grupo) empezaron el proceso de creación justo antes de que los chilenos turistas de países exóticos trajeran el virus y lo repartieran por todas partes.

           
       Imagen sacada de la web de Teatro Puerto. Público viendo la función on line.


El texto de Díaz es un clásico del teatro del absurdo y su cita en las actuales condiciones toma dimensiones muy potentes; una pareja que establece sus conversaciones en un no-diálogo, donde se entrecruzan temas e ideas de forma aleatoria, vislumbrando una dinámica que puede ser tanto un síntoma de hastío como un juego morboso de seducción y domino sobre el otro. Adelantado en décadas, entrega sutiles textos que develan el machismo al que pertenecemos culturalmente y un libidinoso deseo oculto en los personajes que, omitiendo palabras e impulsos conflictivos, dibujan una relación tóxica donde cada personaje anhela una libertad utópica en espacios oníricos a los que no tienen acceso. El juego absurdo (Que en verdad es un espejo del funcionamiento mismo de la intimidad de una pareja estándar, burguesa, aspiracional... Chilena en muchos sentidos.) rompiendo la lógica del tiempo y aplicado a este espacio que se crea de convivencia a través de las cámaras del formato zoom,  posee en esta propuesta momentos muy bien logrados en comicidad y verosimiltud, colocando puntos muy bien resueltos desde el juego dramático. Riesgosa sí es la construcción de los personajes (Ella y Él) que en la búsqueda de eso que es el formato de la actuación teatral por cámara en vivo, a ratos se vuelven reiterativos en su caracterización y gesto; parte de lo que es la experimentación de este lenguaje forzoso que los creadores teatrales deben trabajar. Aún así, es importante mencionar la energía y potencia que tienen Arellano y Cañete, actores a los que se les debe seguir en sus futuros trabajos.

Bajo esa búsqueda, puntos logrados son los quiebres, pausas, silencios, cambios de iluminación que colaboran con eso que podría ser la dramatización de una idea o emoción en un escenario traspasado a la pantalla. Quizás aquí hay algo asertivo y de aporte estético que el Colectivo El Taller ha encontrado en este montaje virtual,mucho más allá de la obra en sí. El grupo consigue presentar un texto difícil, apresurado a ratos, estridente en otros, pero con instantes de brillantez y vuelo creativo que permiten acercarse a un goce estético y a una clave dentro de ese lenguaje no escrito que es la presentación virtual.

Algo del teatro llevado a la pantalla.
Que no es teatro, pero que tampoco es cine. Algo performático, con riesgo, con vértigo, con pulsaciones y con verdad. Una solución escénica que en alguna parte de nuestro inconsciente asociemos con eso que podríamos haber visto en un teatro, adaptado y reinventado en la pantalla plana del computador o del teléfono.

Atisbos de esos aciertos ya se habían experimentado en la visita a "Hacha, esto no es teatro" de Teatro La Peste y de "Cordón Sanitario" de Teatro Conciencia, ambas compañías de Valparaíso.

Algo se está promoviendo desde las regiones, que asume riesgos y causa descubrimientos al formato escénico por internet. Es necesario mantener la atención desde la mirada del espectador y continuar con los experimentos desde las compañías creadoras. Sobretodo de las jóvenes, las que no tienen nada que perder, las que deben arriesgarse para sobrevivir, las que no cargan la mochila de la validación argumentativa de los medios de comunicación.

Porque además de obligatorio en este presente apocalíptico con líderes que recuerdan a los personajes de "Un enemigo del pueblo" de Ibsen, es posible que realmente se deba tener este formato como alternativa para poder sobrevivir haciendo teatro. Porque para proyectos independientes sin apoyo de recursos estatales o privados, presentarse en una sala donde solo pueda entrar la cuarta parte de la capacidad de asientos, en verdad, no es negocio para nadie.

Gracias a los integrantes del Colectivo El Taller. A Teatro Puerto por su sólido aporte a la descentralización del teatro en el país.

Se recomienda revisar la programación de las próximas semanas, la temporada dura hasta el 26 de julio.











sábado, 11 de julio de 2020

Ministra de Cultura. Esclava de la política neoliberal de los mejores.

Estando en el colegio durante la primera mitad de la década del noventa, en la pugna de las elecciones presidenciales para elegir al sucesor de Patricio Aylwin, la alianza de derecha presentó como candidato presidencial a Arturo Alessandri Besa. En su producida franja electoral que incluyó cóvers de canciones gringas y mensajes de esperanza, tan potentes que incluso a mí me provocaron efectivos momentos de temblor emocional (era un adolescente ingenuo de las artimañas del mundo de los adultos) empezaron a repetirse los nombres de antecesores familiares políticos que habían ostentado el puesto de presidente de la nación en décadas anteriores; Arturo Alessandri Palma y Jorge Alessandri Rodríguez.

"Yo nací en La Moneda, crecí en La Moneda, y ahí aprendí algo fundamental..." Todavía me acuerdo, qué terrible.

Como adolescente inquieto del movimiento político de los últimos años en el país, viviendo la campaña del No, enterándome de la dictadura que era invisible a mi cotidiana existencia en Quillota, enterándome por mi padre del asesinato de Víctor Jara; comencé a buscar información sobre esos referentes que aparecían en los libros de historia y dejaban tan bien parados a semejantes figuras que se asemejaban a la dinastía Kennedy en norteamérica.


              Cuadro alusivo a  Juglares del medioevo. Cantaban por limosnas o comida.

Es aquí donde supe que en esos años surgió una frase alusiva a la administración de Jorge Alessandri entre 1958 y 1964. "El Gobierno de los Gerentes", frase que dejaba entender que la capacidad de decisión, trabajo y experiencia que los ministros elegidos por el presidente tenían, daban  total garantía de que sus programas y proyectos al servicio de la patriota república nacional aseguraban un glorioso futuro de progreso. No eran cargos de políticos inútiles ni cuotas de repartición de poder. Eran personas (Hombres en su mayoría) con capacidad de decisión dentro de sus áreas de expertiz, con la confianza de quien los elegía para el puesto, con la validación suficiente para establecer un diálogo hacia la presidencia y hacia los trabajadores.

Esa era la imagen que se quería dar en los años sesenta.

La derecha ha intentado mantener esa imagen de efectividad y experiencia laboral desde el mundo empresarial, instalando en el imaginario de la población que en lo que respecta a decisiones de economía, administración y finanzas, ellos son los que saben. De ahí que en los últimos años también conocimos el concepto del "Gobierno de los mejores" (Emoticón de ironía)

Y es aquí donde quiero poner el punto respecto al título de esta publicación, ya que con las extremas circunstancias de emergencia en las que se encuentra el mundo de las artes del país (No diferente a lo que ocurre en todo el mundo a causa de la pandemia del Coronavirus) la figura de la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ha sido maltratada y ocupada como piedra de tope para la recepción de reclamos gremiales, con cuestionamientos a decisiones políticas, dando evidencia de la precariedad de su propio cargo y el poco apoyo con el que cuenta en a estructura de gobierno.

Y no me refiero a los comentarios y solicitudes que recibe del mundo artístico nacional.

No.

Me refiero al inútil rol  que el gobierno le ha hecho desempeñar en su cargo administrativo.

La Ministra Consuelo Valdés es una mujer que no debe dar pruebas sobre sus conocimientos en cultura, cuenta con un currículum poderoso y un gran reconocimiento desde el mundo de la gestión cultural. De más está el enumerar los aportes y logros realizados en su carrera académica y de administración pública. Incluso, siendo nombrada en su cargo en un gobierno de derecha y emparentada familiarmente con ese árbol genealógico que es el que más causa cuestionamiento y aversión desde el mundo de las artes a la política actual (Piñera - Chadwick), la respuesta general desde las bases fue de cautela y de reserva a lo que fuera su trabajo como ministra. Su presencia en esta figura administrativa no causó rechazo ni conflicto en una primera etapa.

Entonces, al contar con una ministra elegida para llevar adelante los nuevos proyectos y programas desde el MINCAP con los artistas locales, entendiendo la valorización de su experiencia y trabajo en terreno, su manejo comunicacional y su conocimiento del mundo de la cultura nacional. ¿Por qué el gobierno la somete a un funcionamiento de reacciones tardías, burocracia, mala comunicación con los medios y nula posibilidad de improvisación con la pandemia? ¿Por qué no contar con el apoyo de recursos económicos, opciones de asociatividad con otros ministerios para la coordinación de ayuda, posibilidad de adaptar los estatutos que amarran la figura de administración económica del ministerio? El rol de la ministra ha quedado supeditado a ser una vocera más de los mensajes que da el presidente, repitiendo frases por Twitter y articulando frases desalentadoras para los artistas chilenos.

Las intervenciones en la famosa comisión de Hacienda y Cultura esta semana es un magro ejemplo de la caja de plomo en la que está encerrada. La frase "Se hace lo que se puede con lo que se tiene" no le hace honor a ella, a su cargo y menos, a la gran cantidad de creadores condenados a sobrevivir a una miseria indigna.


            Ministra de Cultura, Sra. Consuelo Valdés Chádwick

Es este ejemplo del mal trato que realiza el gobierno un precedente de lo que ha sido el funcionamiento comunicacional hacia el mundo de la cultura, vomitado exponencialmente a otras áreas con sus representantes administrativos hacia el país. Ministros que se dedican a desdecir las absurdas acciones del presidente, a omitir respuestas a preguntas de contingencia, a entregar lugares comunes como argumentos para las diferentes decisiones de control del Covid-19 que parecieran sacadas de alguna obra de Moliere o de Beckett. Absolutamente lejos de esa imagen que han querido vender respecto a que quienes ostentan esos cargos públicos pueden trabajar con el apoyo del gobernante. Y dentro de este sketch de Mediomundo (Programa humorístico de la década del ochenta en Canal 13, estimado centenial) en donde Andrés Rillón se luciría en un unipersonal interpretando a cualquier personaje de esta fauna de discusiones ionescas, con tantas muertes que podrían haberse evitado, la figura de la Ministra Valdés aparece entre las más expuestas y atacadas. Y con justa razón.

Para conseguir fondos de emergencia, a los creadores nacionales se les ha hecho competir. El dinero le llegará al más capacitado, quizás no al más necesitado. Recursos que este año estaban destinados a proyectos con financiamiento regional por parte de las gobernaciones fueron suspendidos. La sumatoria de decisiones burocráticas al que se ha sometido al mundo de la cultura es aberrante.

Es, entonces, la reflexión de que no basta solo con decir que una administración será "De los gerentes" o "De los mejores". No tiene sentido poner personas con tantas capacidades en un cargo si sus propuestas u opiniones respecto a su conocimiento serán rechazadas para seguirle el amén al patrón de fundo en el segundo piso de La Moneda. Esa vejación es intelectual, emocional y gratuita, ya que la lógica de pensar que ese tipo de funcionamiento jerárquico se justifica porque "para eso le pagan" no tiene ninguna coherencia con lo que debiese ser un punto de vista de política de altura, seria y con responsabilidad social.

Hubiese sido interesante y aportativo haber visto a la ministra desenvolviéndose con libertades de decisión, ejecutando acciones reales de apoyo a los diferentes gremios de creadores nacionales. Pero ese tiempo ya pasó. Su fracaso, que es el fracaso del gobierno, es el hambre y desamparo de los creadores a lo largo del país. 

Solo queda morir. 

Dormir.
Tal vez soñar.








lunes, 6 de julio de 2020

¿Ayuda la virtualidad a la descentralización cultural? ¿Quién dijo eso?


Una vez iniciado el cierre de los espacios que albergan actividades culturales (El Centro Cultural de Quillota entre ellos) tanto los artistas como los mismos administradores de los recintos con programación suspendida comenzaron a buscar alternativas para enfrentar una situación desventajosa bajo todo punto de vista. Comentario repetido y no menos cierto ya que un alto porcentaje del modelo comercial de oferta y demanda de los artistas es en la actividad en vivo, sea función, concierto, exhibición o intervención. Y dentro de esta torta a repartir (Que en el caso de las regiones, no es una de las que arma Buddy Valastro en "Cake Boss") los porcentajes se dividen entre ambos estamentos además del correspondiente pago de los derechos de autor.

Es imposible negar que para quienes tienen acceso a aparatos tecnológicos (Primera brecha de precariedad) y a una conexión decente a internet (Azar de la geografía y de la empresa que toque entregar ese servicio) las posibilidades que se abrieron a nivel mundial fueron casi como una avalancha de regalos con conciertos liberados, artistas famosos abriendo sus casa a través de las redes sociales y formatos de captación de intereses masivos. En un plazo de tres semanas tuvimos conciertos gratuitos de Depeche Mode, a Estopa cantando desde sus casa por instagram y a Brian May dando clases de guitarra enseñando el solo de Bohemian Rapsody

Pasando las semanas, a nivel nacional comenzó una pesquisa urgente y necesaria de datos correspondiente a los intereses y disponibilidad de los públicos a presenciar, compartir y pagar por trabajos de artes escénicas que tuvieran material grabado anterior a la pandemia, o que contaran con la disponibilidad de adaptar su formato a la muestra virtual.

Y es aquí donde comienza a trasladarse al mundo digital lo que es una circunstancia concreta en el mundo real.


"Los Patapelá" grupo participante de FESTICRIN. Producción regional.


Existen instituciones y espacios de gestión con mayor soporte mediático, técnico y de archivo; instituciones que en su funcionamiento de producción cuentan con material de registro amparado en los contratos de funciones y de material intelectual, es decir, que tienen fondos en su presupuesto para ese modelo de gestión. Existen artistas con carreras exitosas  y público cautivo, particularmente desde la música , el cine y la televisión, que con una transmisión en vivo por instagram o facebook live pueden convocar a miles de personas.

¿Y qué tienen los espacios auto gestionados? ¿Cuál es el soporte de los edificios administrados públicamente pero sin recursos directos del estado?

Sin registro de obras (Y aunque hubieran, se debe negociar con las compañías para transmitirlos) y con los soportes mutimedia que tengan a mano, los diferentes edificios e instituciones independientes precarizadas han armado ofertas que van desde talleres on line, compilado de registros de eventos pasados y la asociatividad con eventos de alto impacto mediático para compartir con sus públicos. Charlas compartidas. Funciones compartidas. Eventos compartidos.

La mayoría de artistas y gestiones provenientes de Santiago. O del extranjero.

Con la urgencia de mantener el contacto con los públicos (Proceso difícil que en Quillota había iniciado un proceso con muchos desafíos) se ha hecho perentorio acoplarse a la metodología de asociación entre espacios regionales y nacionales. Pero los mayores perjudicados con esta solución son los artistas locales.

Así como en los eventos presenciales los creadores locales cuentan con mayor margen de riesgo y de pérdida en sus eventos particulares, en el mundo virtual la situación es dramáticamente similar y cobra ribetes más quijotescos.

Un cantautor quillotano, un compañía calerana, una performer de Limache ¿Van a tener impacto mediático en redes sociales para ser vistos y conseguir algún tipo de apoyo económico de su trabajo? ¿Podrán equiparar sus ingresos económicos detenidos por la pandemia a través de funciones y talleres on line? ¿Se podrán hacer notar ante la avalancha de ofertas culturales que sostiene la virtualidad con espectáculos con una calidad de transmisión de primera línea, soporte de profesionales en formatos web y artistas mediáticos conocidos con anterioridad?


                  Foto de tuiteroscultura.cl "Yorick, la historia de Hamlet."


Es cierto que la virtualidad ayuda a la descentralización. La que corresponde al acceso de aquellos que cuentan con el smartphone y la conectividad desde algún lugar remoto del país (el viernes al fin pude ver el unipersonal "Yorick, la historia de Hamlet" de Francisco Reyes por la web de romeroycampbell.cl, muy recomendable, oye...) pero bajo ningún punto de vista es una solución para visibilizar el trabajo de creadores regionales. Aunque sí colabora a poder llegar a nuevas audiencias, la virtualidad no garantiza impacto ni mantención económica para los artistas independientes.

Descentralizar no solo es acceder. También es promover.


Entonces, se repite el fenómeno que ocurría en aquellos tiempos idos donde se podía optar a alguna actividad cultural los fines de semana. La ventaja la tiene la producción con mayor difusión, con rostros en su programación o títulos poperos que van de la mano con el director o guionista de turno. Es decir, si ya la situación a nivel nacional es mala (La plataforma escenix.cl cuenta con visitas y obras disponible, pero en la marcha tuvo que empezar a trabajar de forma gratuita para la captación de públicos) la de los artistas de provincia es mucho, mucho peor.

Espacios promovidos desde Quillota en transmisiones con pasada de gorra virtual y entrevistas para dar a conocer a los creadores locales son intentos de apoyo, siendo aun insuficientes para acercarse en algo a lo que era la regularidad económica a la que podían intentar acceder hasta febrero de este año.


                                            
Charla gestada por el Director de Cultura, Carlos Carmona Bermúdez.


Y cerrando el tema que vuelve a poner la atención en la situación paria de los artistas nacionales, que además de hacer su trabajo creativo tienen que ser productores, periodistas, relacionadores públicos y estrategas en multimedia, dejar en claro que esta situación no es responsabilidad de los espacios centralizados y con mayor mochila para afrontar la pandemia. Esos mismos son los que dentro de su adaptación han ido sumando públicos y ayudando a la asociatividad territorial con diferentes estamentos. Se hace urgente una intervención estratégica del estado, no solo desde el MINCAP, que incluya la intervención de otras administraciones y amplitud de estrategias económics. Sin fondos concursables, sin segregación política.

Si hubo la disposición gubernamental de apoyar en miles de millones de pesos a una empresa multinacional que ha recibido apoyo de sus dueños multimillnarios para mantener la firma ¿Desde qué piso de la Torre de Babel contemplan la debacle del patrimonio inmaterial de los cultores artisticos nacionales?

Tengo la esperanza que los planes regionales desde SEREMI pueda generar una ayuda real a los artistas de la zona. Pero no serán una solución definitiva a largo plazo.






sábado, 4 de julio de 2020

Nuestros padres tenían razón. (O la precaria sobrevivencia del obrero artista)



Una anécdota recurrente  cuando se conversa entre artistas de diferentes disciplinas, sea en un encuentro social o una entrevista, es el conflicto familiar en la época de la adolescencia  y juventud  sobre la vocación elegida. Aunque hay muchos ejemplos que puedan dar espacio al error de esta aseveración, lo cierto es que cuando un niño o una joven manifiestan en su casa que les interesa estudiar y trabajar siendo artistas, lo primero que reciben es un gesto de preocupación  y un silencio resignado por parte de los adultos.

"¿Y si estudia otra cosa, mejor?"

Y si se tiene la suerte de tener madres, abuelos o tíos que se declaren felices con esa decisión, en ese árbol de tantas ramas que es la familia, quien apoye a la soñadora o el soñador ingenuo tendrá la desventaja del número obligándose a defender su opinión y el derecho a elegir a esa tozuda rama que empieza  a despegarse del tronco central.

¿Sabían ellos desde antes que este país sería tan ingrato con sus propios artistas? ¿Había alguna evidencia anticipada de que llegaría el día en que el estado omnipresente, plurifuncional y expansivo los dejaría encerrados en una situación  de mano atadas y de sobrevivencia indigna?

Hay una unidad que se trabaja en lenguaje durante la enseñanza media en donde se habla sobre los artistas callejeros que sobrevivían en los tiempos en que Europa era dominada por el feudalismo; los cantores, juglares que por limosna entretenían a la gente creando canciones, heredando cuentos y viajando de pueblo en pueblo, de lengua en lengua. De esa realidad se pasa a la precariedad social de los trabajadores del teatro isabelino, tendiendo también otros referentes más modernos de compositores, pintores y dramaturgos que terminaron sus días en la pobreza absoluta y con reconocimiento tardío a sus obras.

Parte del afiche de la obra "Malentendido" de Teatro El Huésped (2003) hecho por Cristián Mayorga.

Es decir, nuestros abuelos, padres y nosotros mismos pasamos por el sistema educacional nacional conociendo de estos casos.

Y a eso se suma la experiencia directa y personal de cada familia, donde han visto caer a actores de televisión, suicidarse a compositores nacionales reconocidos y músicos cayendo en el alcohol y la droga. Ejemplos que la prensa aprovecha de exprimir para vender sus publicaciones.

Viendo todas estas circunstancias, lo único que puedo sacar en conclusión hasta ahora respecto a la actual situación de los artistas independientes con la pandemia del Coronavirus encima, es que las autoridades y administradores de gobierno, que deben haber estudiado en colegios más caros que nosotros, en circunstancias mejores que nosotros, con experiencias diametralmente diferentes que nosotros, también pasaron esas unidades en lenguaje e historia donde se mencionaba la pobreza y desamparo que tenía la mayoría de los artistas a nivel mundial al paso de la historia. Y lo encontraron bien. Lo guardaron en su cabeza como un estado que es propio y normal para "ellos, los artistas".

No me refiero a quienes trabajan como técnicos o gestores en el ministerio ni a quienes han intentado buscar soluciones dentro del sistema actualmente; ellos están amarrados a una estructura que de forma piramidal decide desde lo alto con cuanto pueden trabajar y los límites para poder operar. Me refiero a quienes deciden desde la elección popular, a los senadores y diputados, a los responsables de impulsar proyectos ministeriales, a los tecnócratas, a quienes ejecutan roles administrativos de decisión presupuestaria en intendencias y estamentos presidenciales. Son ellos los que desconocen cómo funciona el "mercado" de las artes y la realidad laboral de los músicos que no son famosos, los pintores que no son famosos, las poetisas que no son famosas, los artesanos que no son famosos, las folcloristas que no son famosas, los diseñadores que no son famosos. Y uso ese adjetivo, entendiendo que de "los famosos" tampoco se puede dar garantía que tengan capacidad económica para sobrevivir sin una política de apoyo a los creadores nacionales. Salvo contados casos, incluso los reconocidos rostros que trabajan en los medios de comunicación pueden encontrarse con proyectos frustrados, suspendidos y aplazados. Otra falacia con la que el gremio artístico debe convivir en nuestro querido país.



En Chile hay grupos y personas individuales que viven de su trabajo creativo. Realizan presentaciones, venden conciertos, cobran funciones, dan clases, arman talleres, consiguen exponer y sacar una retribución económica.  Son trabajadores independientes que pagan su I.V.A y cumplen con sus imposiciones. No son mediáticos pero son constantes, dan valor agregado a su comunidad y en este momento han sido lanzados al mar con un bote de plástico, sin velas, sin linternas y con un palillo de tejer como remo a mitad de la noche con el cielo sin estrellas.

Y hay gente que opina que es un castigo lógico después de haber tenido la osadía de apoyar las manifestaciones de octubre contra el capitán del barco.

Viendo la forma en que los artistas independientes han sido postergados de las discusiones y decisiones para sobrevivir un estado de excepción como el actual, es lo que se me ha venido a la cabeza.
 
Sabiendo que en menos de un mes se acabó el dinero de la línea con más demanda en los fondos de emergencia (donde había que postular, competir, adelantarse al otro como la hiena que llega primero a comer el cadáver sobre el pasto) es lo único que puedo concluir en este momento.
 
Nuestros padres tenían razón.
Debimos pensarlo mejor, de forma más racional y con proyección de futuro. Si ya sabíamos que sería difícil, de alguna forma ellos eran avisados por el miedo de que siempre puede ser peor.

En Chile, todo puede ser peor.

No sabían que tanta razón tenían.





lunes, 29 de junio de 2020

Ciclos de Teatro en Pequeño Formato en Quillota. Cuando se pone al público en primer lugar.


Toda iniciativa parte de una idea y en algunas ocasiones, esas ideas son consecuencia de identificar una necesidad social o filosófica relacionada con la contingencia y que en el caso del teatro, responde a intuiciones que descubren posibilidades, dan acción concreta a decisiones nuevas no enmarcadas solamente en el plano de lo creativo y que terminan marcando un "antes" y un "después" de algo específico.

En relación con los  Ciclos de Teatro en Pequeño Formato que se realizaron en la desaparecida Casa de la Cultura de Quillota, su ejecución partió al reconocer una comuna instalada en la zona central del país y muy cercana a dos urbes de gran capital creativa profesional como Valparaíso y Santiago, pero que no contaba con un puente de gestión que aprovechara esas posibilidades para tener una cartelera más atractiva en comparación a las escasas funciones itinerantes apoyadas por los Fondos de Cultura año a año.

                             

(Imposible dejar de decir que mientras empezó la realización de los ciclos de teatro, aumentaron también las obras que empezaron a llegar por ese tipo de financiamiento a Quillota, tanto al Teatro Municipal Diego Portales como a la Plaza de Quillota.)


Ofrecer una cartelera teatral para el público quillotano no parecía una necesidad para la comunidad, pero la vuelta de tuerca a ese juicio basado en números y opiniones no cuantificadas era bastante obvia, viéndolo desde esta nueva década y de experiencias cercanas a la formación de públicos. 


¿Cómo la población de Quillota va a saber si le gusta el teatro, va a optar a elegir dentro de una cartelera o va a formarse una opinión sobre él si nunca ha tenido la opción de asistir, elegir, experimentar y exigir bajo la dinámica de pagar por él?



Uno de los pilares de la realización de los ciclos era el pago por la asistencia, la adhesión para ser parte de la experiencia. No sujeto a la gratuidad, al asistencialismo estatal, a la buena voluntad de los artistas. En parámetros enmarcados a la realidad económica en una consideración de la gestión inicial, a precios bajos y en la planificación de soluciones para los gastos de producción desde el soporte municipal (Otra mecánica administrativa que debía solucionarse para poder hacerlo exitósamente.) las breves temporadas de funciones contaban con un costo económico accesible y una mecánica de difusión y apoyo institucional importante.

El proceso fue aumentando en fuerza e impacto de edición en edición, contando con una respuesta en convocatoria inesperada desde las compañías de Valparaíso y de Santiago, sumado también al espacio de muestra con la que empezaron a contar las compañías de la provincia. Pero tan importante como eso, fue la respuesta que tuvo el público de la comuna. Los fríos números cuantitativos y las cálidas opiniones cualitativas mostraban números y letras azules que en sí mismo traían todos los colores del arcoiris consigo. Y junto con esa respuesta, la creación de una necesidad que se consolidó como el primer paso de un proceso de formación de públicos en la comuna.

En una pequeña sala con un tope de cuarenta asistentes, en donde el escenario funcionaba de acuerdo a las soluciones que las compañías encontraban al instalarse, previo aviso desde la coordinación del ciclo, los quillotanos y vecinos de otras comunas comenzaron a avenir en un número cercano a las diez personas. Desde la segunda edición ese número fue en aumento constante hasta llegar a la tercera temporada con una sala con lleno absoluto, manteniéndose así prácticamente en todas sus ediciones y funciones posteriores.

Empezó Quillota a ser parte del circuito teatral de la región. Y del país.

El nombre del Ciclo de Teatro en Pequeño Formato se hizo ubicable en festivales, salas y compañías. La comuna empezó a aparecer en las carteleras escritas y virtuales en plataformas de Valparaíso y Santiago, como referente de registro para compañías profesionales y en un interesante punto de prueba con públicos en formación para sus montajes. Eso sin mencionar el apoyo semanal de los medios locales que dieron espacio a la programación de cada ciclo en sus periódicos y programas radiales.

                           

Sin lugar a dudas, la experiencia tuvo resultados positivos desde muchos puntos de vista. Lo que tuvo como consecuencia que al iniciar las actividades en el Teatro Rodolfo Bravo del Centro Cultural, las compañías programadas en el primer ciclo desde el verano del 2018 tuvieran una muy buena asistencia, fenómeno sorpresivo para locales y foráneos que no fueron testigos del proceso iniciado hace años atrás. Esto también da cuenta que todo proceso requiere tiempo y constancia, una fórmula que garantiza el éxito siempre que sea llevado adelante por inquietudes intelectuales y el respeto por el territorio.




¿Qué fue lo que dejó esta experiencia programática?

En relación con la gestión cultural, la prueba concreta de que aprovechando las posibilidades que ofrece la geografía y los medios actuales, Quillota puede ser un escenario tanto de recepción de montajes profesionales como de aprendizaje para los públicos de la zona. Que la carencia de espacios de muestra no responde solamente a la solución de infraestructuras básicas, sino también a los objetivos en común de cierto grupo de teatristas nacionales en donde la complicidad desde lo precario nos lleva a trabajar asociativamente, en red, lejos de la mezquindad de la competencia ni de modelos de competencia.


Que los modelos clásicos de representación (Algo para nada nuevo para quienes viven y desarrollan en las urbes mencionadas) no son imperativos para llevar adelante procesos creativos ni motivo para aislar a grupos humanos del acceso a la cultura, tomando también el ejemplo de los Encuentro Internacionales de Teatro de Achupallas gestados por el Colectivo La Mandrágora.

La vinculación. Un enlace emotivo que trascendió tres capas diferentes desde el público, la gestión y las compañías que fueron parte de las temporadas a lo largo de seis años y que permiten que ahora, incluso con la pandemia encima,  saber que a través de las redes virtuales y en un próximo retorno a las funciones presenciales se cuenta con una público cautivo pendiente de lo que los creadores nacionales les ofrece.

No es posible dejar de mencionar a las compañías, actrices, actores, diseñadores, músicos que desde el año 2010 tuvieron la disposición e interés en hacer de Quillota, parte de su experiencia con las obras creadas. A .todos ellos, muchas gracias por ser parte de esta potente iniciativa





Compañía de Teatro Tespis de La Calera.
Teatro Virgen de Valparaíso.
Teatro La Impopulárica de Valparaíso.
Newén, Teatro Animé de Santiago.
Taller de Teatro de la Casa de la Cultura de Quillota.

Teatro Trío de Valparaíso.
Teatro Estrella Solitaria de Quillota.
Teatro Provincia de Valparaíso.
Teatro del Hombre Solo de San Antonio.
Crismau Teatro de La Calera.

Teatro La Peste de Valparaíso.
Colectivo Motín de Valparaíso.
Compañía Los 4 Notables de Valparaíso.
Teatro Trebolar de Valparaíso / Quillota.
La Lengua del Esperpento de Valparaíso.
Teatro Descalzas de Valparaíso.
Compañía La Mala Ignorancia de Vaparaíso.
Compañía Teatropikal de Valparaíso.
Teatro La Musa de Valparaíso.
Teatro del Ocaso de Valparaíso.
Compañía Cadáver Exquisito de Valparaíso.
Teatro Pop de San Antonio.
La Familia Teatro de Santiago.

Centro Cepa / Teatro de Fuego de Valparaíso.
Pirca Teatro de Valparaíso.
Víctor Hugo Ogaz, unipersonal desde Santiago.
Rocío Rodríguez, unipersonal desde Viña del Mar.
Bayku Teatro desde Santiago.
Alumbra Creando Cuentacuentos de Valparaíso.
Colectivo Teatral La Iimaginaria de Quillota.
Teatro El Punto G de Valparaíso.
Los Cuentos de la Tía Sol de La Calera.
Teatro Solo Dos de Valparaíso.
La Buena Compañía de Santiago
Cierro esta publicación dejando el link de Teatro en Una Canción, proyecto de registro audiovisual del actor, director y docente Andrés Hernández, en donde comento hace años atrás sobre el Ciclo de Teatro en Pequeño Formato.

https://vimeo.com/164912675


                                 

Registro: La mayoría de las imágenes son de Giovanni Rovagna, profesional quillotano.












viernes, 19 de junio de 2020

Teatro Estrella Solitaria. Efímero ejemplo de un proyecto individualista.


Teatro Estrella solitaria fue una idea sin sustento metodológico ni discurso definido que se inició el año 2006 en la comuna. Respondió a una intuición, a una necesidad de forjar algún espacio de creación teatral en mi comuna, intentando mantener los estándares de "calidad" de las obras en las que había participado en Santiago durante mi etapa formativa y los años trabajando tanto en el Gran Circo Teatro y como en otros colectivos, siendo cómplice de las búsquedas creativas de amigos y colegas.

Inconscientemente (Puedo decirlo ahora después de catorce años del nacimiento de ese concepto) el tener una instancia con ese nombre respondía a la distancia que planteaba directamente con los posibles integrantes y seguidores que trabajaban en esa época en Quillota; podrían participar de los proyectos, pero la estrella era yo.

Ciertamente, la mirada que tenía en esos años (Era joven, necesitaba dinero) es diametralmente opuesta a la que he desarrollado en la última década; forjado bajo la cruel competencia del medio santiaguino, vilipendiado incluso por compañeros de carrera y despreciado por gran parte de los profesores que me tocaron en la universidad (Digo "tocado" metafóricamente, por favor) establecía mi posición como teatrista en base a la confianza en mi talento, mi educación, mi experiencia y mi ego. Era que no, en Santiago me sabía uno del montón, que por tímido e inseguro perdió oportunidades y fracasó en muchas iniciativas; Quillota en cambio, era un campo poco explotado en donde el aporte podía ser en verdad significativo y donde tenía mucho que entregar.

Había una frase que repetí mucho en esos años. Entre actuar para quince personas en Santiago a actuar para quince personas en Quillota, el sentido es mayor haciéndolo en mi propio pueblo.

Entonces, Teatro Estrella Solitaria, si asco ni vergüenza, comenzó su aporte a la comunidad con obras ambiciosas en varios aspectos, tanto en operativa de producción como en búsquedas estéticas.


       "El Pequeño Dictador" función en el Colegio Parroquial San Nicolás de Hijuelas. 


Un unipersonal sobre "Edipo Rey" para presentarlo a los colegios de la comuna (Con varias funciones y buenos comentarios de los asistentes) más "El Pequeño Dictador", Fondart ganado gracias a la ayuda de la directora de teatro Mariana Muñoz ("La Vendedora de Fósforos", "Isabel desterrada en Isabel, "Amores de Cantina", "la Pichintún") amiga de la universidad con la que entramos a trabajar al Gran Circo Teatro el año 1999 y con la que compartimos muchos proyectos durante muchos años. Funciones en Quillota, La Calera, San Pedro, Hijuelas, Valparaíso, llegando incluso a participar del Festival de Teatro ENTEPOLA el año 2011. La compañía de una estrella solitaria que invitaba a artistas locales y del medio profesional para hacer teatro en Quillota avanzaba con paso decidido.

Entre esos procesos, vio la luz la obra "El Profesor Distraído", sátira cercana al stand up comedy sobre un profesor que se dispone a matar a tres personas en el colegio donde trabaja. Llevando el nombre de Quillota en la mochila, se presentó no solo en la comuna sino también en ciclos en Valparaíso, llegando al Festival Internacional de Teatro Zicosur en Antofagasta.

                 "El Profesor Distraído" 
        Ciclo Uni-Verso-Mar de Teatro UV

 

La idea inicial seguía su lógica y coherencia. Convocar a colegas del medio profesional para sumarlos con intérpretes y creadores de la comuna para hacer teatro. Después de esos tres montajes, el año 2012, fue el momento de estrenar la comedia "Padres en la Plaza". Una obra centrada en los conflictos masculinos referidos a la crianza, el mundo femenino y el cumplimiento del rol social al que se ven enfrentados. Fue esta obra el pináculo de la producción de la Estrella Solitaria, participando en breves temporadas en Valparaíso, recorriendo poblaciones en Quillota, yendo al Festival de Teatro Internacional de Achupallas en Viña del Mar, y viajando al estado de Minas Gerais para participar el año 2014 del Festival de Teatro FESSTO de la localidad de Teófilo Otonni en Brasil (¿Tudo beim, André Luis?)                        



El canto del cisne de Teatro Estrella Solitaria fue una versión del texto de Sergio Vodanovic "El Delantal Blanco", único montaje basado en un texto no original; todas las obras anteriores eran dramaturgia propia en diferentes estilos y experimentaciones. Y finalmente, una obra escolar sobre alimentación saludable (Sí, la vida está llena de contradicciones) llamada "La Corrida Escolar".


                      "Padres en la Plaza" sesión fotográfica en Sala Síntoma de Valparaíso.

¿Por qué murió Teatro Estrella Solitaria?

Las condiciones cambiaron abrúptamente al recibir el llamado, desafiante y sorpresivo, de hacerme cargo de la futura programación del Centro Cultural Leopoldo Silva Reynoard. Una responsabilidad que no se podía tomar a la ligera, en donde el tiempo a invertir debía ser completo para estar a la altura de las circunstancias. 

Era una situación inesperada, jamás ambicionada y ni siquiera soñada en los deseos más ocultos. Como discípulo de Andrés Pérez en sus últimos años de vida, con la experiencia de ser expulsados de los terrenos del actual Centro Cultural Matucana 100 (Vez que voy siento el olor a caca de paloma en la nariz, aunque ya no hay) y posteriormente durmiendo en una mediagua dentro de la carpa del Gran Circo Teatro en la calle Vicuña Mackenna en Santiago bajo la dirección de Rosa Ramírez, en una situación precaria de gestión independiente y con la institucionalidad de las artes absolutamente lejana al grupo, la municipalidad de Quillota me daba una posibilidad de hacer precisamente lo que el maestro más importante del teatro chileno (Vengan de a uno) jamás tuvo la oportunidad de hacer.

No era para dejarlo al azar.

Es entonces que Teatro Estrella Solitaria cierra su transmisiones, tranca la puerta, bota el candado, apaga la luz. Y aunque el camino dejó obras de las que algunas personas se acuerdan, en verdad el aporte que realizó a los públicos de la comuna fueron casi imperceptible. En ese sentido, el trabajo de gestión de los Encuentros de Teatro Escolar y los Ciclos de Teatro en Pequeño Formato en la desaparecida Casa de la Cultura han tenido mayor injerencia en la creación de públicos que las obras montadas. Fue, entonces, que el nombre de la "compañía de un solo integrante" (Así me bromeaban fuera de la comuna) tuvo absoluto sentido, con una visión obsoleta de lo que se necesita para hacer teatro en la provincia.

De que se brilló, se brilló.

Pero en Quillota no se necesitan estrellas Se necesitan colectivos.


"El Delantal Blanco" Jenniffer González e Inger Turra

Tema aparte es que en esos colectivos se cuente con artistas que además de sensibles y preparados técnicamente, sean capaces de elaborar discursos sólidos, propuestas coherentes, que conozcan de la historia y el patrimonio de su comuna. Que no les gane la impaciencia, que se sobrepongan a la frustración, que no compitan con el otro. Que sean cultos sobre su oficio y sobre su territorio. Y sobretodo, que realicen obras que consideren al público dentro de su resultado. Es necesario que os teatristas siempre consideren que el resultado es tan importante como el proceso, que siempre está el riesgo de que alguien asista a una función por primera vez en su vida y esa experiencia, ese momento único, nos va a hacer ganar un alma a la que poder inspirar o un desprecio que se va a alejar. Lo primero es lo que hay que conseguir.


Como decía el mismo Andrés, que sean cómplices en la belleza.