lunes, 27 de julio de 2020

El nostálgico recuerdo del teatro hecho con sangre.


El ciclo "MEMORIAS DE UNA ESCENA" es una iniciativa impulsada por compañías profesionales de la región  (Valparaíso, sí, Ok.) que busca aportar económicamente al fondo solidario "Todas y Todos a Escena." organizado por la Mesa Centro Norte de la Red de Compañías Teatrales en colaboración con el Sindicato de Trabajadores de las Artes Escénicas, SIDARTE.

En las semanas del mes de julio, por turnos de días de fin de semana, dispusieron la liberación de registros de obras que contaron con funciones presenciales en los últimos meses. Como parte de este ciclo, el fin de semana del 23 y 24 de julio fue posible ver en la plataforma de Youtube la grabación de la obra "La Muerte de Edit Piaf" de la compañía Ignorante Teatro.

Montaje estrenado justo en los tumultosos y lejanos días de octubre del año pasado, en un formato de intervención callejera en la subida Cumming en las puertas de la librería "Concreto Azul" en el puerto principal.

"La Muerte de Edih Piaf" no es una obra convencional; se descubre como un camino onírico para recorrer identificando signos y texturas de un mundo subterráneo que palpita y respira en los rincones de Valparaíso, una cita a los personajes marginados y un encuentro con una imaginación que no conoce de límites legales ni de la complejidad de la burocracia de la realidad diurna. En los bares y escenarios desparramados entre cités y  conventillos de los caminos que se pierden entre el plan y los cerros, las canciones que coreaban los abuelos toman nuevas dimensiones interpretativas, convirtiéndose en eco del dolor de los personajes que las entonan.

El montaje dirigido por Camilo Romero se instala en una vereda, con focos transmutando las murallas y luces interviniendo las luminarias de la cuadra. Con recursos dramáticos y espectaculares provenientes del circo, la música y el teatro, da forma a un viaje donde Edith Piaf sirve como pivote de una historia que no es convencional en su estructura, esbozando un conflicto tan antiguo como el hambre entre las pasiones y amoríos perdidos para amantes desafortunados. Lo que podría ser una cita meta-teatral de la Piaf (interpretado colosalmente por Joaquín Olave) convierte la intercalación de escenas e intervenciones en un punto de referencia para intuir una historia que no tiene fin.




Las canciones no son un elemento de soporte para la historia, sino que son ellas mismas un pilar más del viaje dramático de quienes las interpretan.

La obra entrega una cita a personajes más que el desarrollo convencional de un cuento con fases por cumplir. En espacios marcados, definidos y a un ritmo casi hipnótico, los galanes engañados, los ilusos pendencieros que florecen desde el puerto a la ciudad, marcan su presencia enarbolando textos poéticos que se potencian en la precariedad de un espacio no convencional, con el sonido de los autos a los lejos, los perros ladrando al lado de los intérpretes, el frío que se dibuja en el aliento de los espectadores.

Es, sin lugar a dudas, un ejemplo concreto de hacer teatro desde la necesidad de comunicar.

Sujeta a la capacidad individual de su elenco, todos brillan en sus propios registros actorales o de destreza. Alexander Castillo desde su capacidad multifacética musical y de declamación, es otro punto alto que sobresale en un grupo artístico transversalmente poderoso en su energía, sensibilidad y proyección hacia los espectadores. Incluso para los que estén detrás de la pantalla

Existe una suerte de re versión del trabajo juglaresco de los artistas del medioevo, quienes se presentaban en las calles para contar historias y sobrevivir con las limosnas que les entregaban los pasantes. En este caso, con la tecnología al servicio para ofrecer un momento de detención a la acelerada vida urbana, la compañía Ignorante Teatro encarna desde la raíz la vehemencia y convicción de intervenir un espacio haciendo uso de la poesía como arma, con la música y el cuerpo como cómplices.

La experiencia contemplativa del registro digital se contamina con la evocación de aquella vida que nos ha sido quitada. La calle, el frío, la humedad del puerto, cruzado por luces de colores siendo testigos de una fábula sobre la soledad y la miseria. El fenómeno teatral puro y simple de dejarse llevar por una secuencia de momentos únicos en donde los intérpretes codifican y entregan las emociones e imágenes que plantea el montaje. Tanto como lo comentado por el director, mencionando que "La Muerte de Edih Piaf" es una adaptación de un trabajo en otro formato de mayor envergadura técnica, es conveniente decir que la obra consigue adaptar la fachada de la librería "Concreto Azul" y el cemento de la vereda en eso que Peter Brook llamó "espacio vacío", un lugar para la contemplación entre seres humanos, sus metáforas y su naturaleza.

"MEMORIAS DE UNA ESCENA" finaliza esta semana con la liberación del registro de la obra "Manú" de Compañía La Coraje, el 29 y 30 de julio a las 20:00 Hrs.


Ignorante Teatro.
"La Muerte de Edith Piaf"

Loreto Cartes, Alexander Castillo, Joaquín Olave, Joaquín Yáñez, Camilo Romero.
Intérprete y Compositor Musical: Derik Espinoza.
Diseñador y Técnico: Marco Trigo
Diseño de Vestuario:Alfredo Castañer.
Montaje y Registro Audiovisual: Miguel Espinoza.
Asistente de Diección: Alai Lasagabaster
Texto y Dirección: Camilo Romero.

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